El ministro de Gobierno, Carlos Romero, en las últimas semanas enfrentó un cuadro de dengue hemorrágico, enfermedad que lo alejó de sus funciones públicas desde el pasado 30 de abril, informó el presidente Evo Morales. El mandatario aseguró que Romero está en plena recuperación.
“Expresar toda mi solidaridad con el compañero Carlos Romero, desde el 30 de abril se encuentra mal de salud, saludo a los médicos bolivianos, especialmente a los médicos cubanos, que le salvaron la vida, tenía dengue hemorrágico muy serio”, informó el Jefe de Estado.
Según Morales, el Ministro de Gobierno estuvo internado en el hospital durante un mes, afectado por dengue hemorrágico. Morales indicó que ahora la autoridad se recupera satisfactoriamente.
“Felizmente está muy bien, ya reposando, pronto se incorporará al trabajo, extrañamos a Carlos Romero como ministro de Gobierno, está fuera de todo peligro”, apuntó el Presidente y agregó que Romero se recupera en su casa.
La autoridad reconoció que las exigencias en su gestión afectan la salud de sus ministros. Reveló que al menos una vez por semana sus colaboradores acuden a la atención médica.
“A veces me siento culpable, tanto trabajo, exigencia para bien de toda Bolivia, en algunos momentos cada semana también un ministro está en la clínica, pero se recuperan rápidamente, pero lo de Carlos Romero fue muy serio”, dijo Morales.
INFORMACIÓN
El dengue es una enfermedad muy común en zonas donde las lluvias dan paso a aguas estancadas en las que prolifera el mosquito Aedes Aegypti. Sus síntomas pueden ser confundidos con un resfriado común, lo que puede llevar a un descenso alarmante de las plaquetas y a un cuadro mucho más complicado: el del dengue hemorrágico
A los síntomas propios del dengue, ante un cuadro hemorrágico, se le unen la fiebre más alta y constante, el sangrado en distintas partes del cuerpo, que se puede detectar a través de las heces, o en algunos orificios como los oídos o la nariz, alteraciones en la presión arterial y dificultad para respirar
El cuadro del dengue hermorrágico no pasa desapercibido, pues los síntomas del clásico se intensifican de una forma importante. Si el paciente no es atendido y estabilizado por un profesional médico, corre el riesgo de morir.
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