En conferencia de prensa, ayer, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, informó que se enviará una comisión a la frontera con Chile, tras conocer una nueva denuncia del supuesto desvío de aguas subterráneas provenientes de los pozos de la localidad de El Sepa, cercana al salar de Coipasa.
“Esto es en la zona de El Sepa es un área que tenía antes una laguna y que está seca, hay muchos afluentes que se han secado y ahí vino la denuncia incluso comunidades que habrían emigrado”, detalló Ferreira.
Una comisión conformada por miembros de la Cancillería, Instituto Geográfico Militar (IGM), Fuerzas Armadas (FFAA) y del Ministerio de Defensa se trasladará a la frontera para investigar si Chile hubiera cometido dicha acción.
“Se está enviando una comisión para ver un supuesto desvío de aguas subterráneas es lo único que se va a hacer”, señaló el ministro.
Según los detalles brindados por la autoridad, la razón de dicha acción por parte de los chilenos sería el suministro de agua para una palta azufrera que se encuentra en cercanías de esa región.
Por otro lado, sobre la instalación de una unidad militar en la zona aledaña de El Silala, Ferreira dijo que se denunciará estos actos ante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para que sea esta quien vea si es correcto o no, ubicar unidades militares a 15 kilómetros de la frontera.
“Es un hecho grave, que no puede dejar de ser denunciado ante la comunidad internacional (…) Existe hasta un lanzamisil ahí, se están trasladando movilidades acorazadas y las fotos que ha mostrado algún medio de comunicación chileno entre ellos radio Bio Bio que está en portal público establecen que son armamentos militares de grueso calibre”, explicó.
El ministro indicó que es mentira que Bolivia tenga unidades militares a medio kilómetro de la frontera, como señaló el Presidente de la Comisión de Defensa de Chile, alegó que solo se cuenta con puestos de patrullaje adelantados como los tiene cualquier otro país.
Al respecto, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, calificó estas acciones como inamistosas, de provocación y amenazas por parte del Gobierno chileno.
“Nos parece una actitud no solamente transgresora de los instrumentos de integración internacional que revela que algunas élites conservadoras, reaccionarias, fascistas en Chile, están ratificando una actitud de una élite que no será correspondiente con el espíritu del pueblo chileno”, declaró.
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