López dijo que la intención de manipulación y tergiversación de los resultados de la propia encuesta del matutino Página Siete, respecto de la confianza de la población hacia el presidente Evo Morales y la evaluación de la gestión del Jefe de Estado, tuvo repercusiones en la prensa chilena, ya que jaló la información del diario boliviano aprovechando la oportunidad para difundir en la sociedad chilena la noticia más manipulada, porque le bajaron el porcentaje de confiabilidad hacia el presidente Evo Morales.
Los datos
Página Siete publicó el domingo una encuesta, aunque luego dijo que era un sondeo de opinión, cuya muestra fue de 600 consultas.
El estudio revela que un 16% de los encuestados afirmó que tiene “mucha confianza” en el presidente Evo Morales, 54% que tiene “poca confianza” y 29% que no tiene “nada de confianza” en el Jefe de Estado.
La ministra censuró que Página Siete no haya realizado una buena lectura ni un análisis ‘frío’ de los resultados, porque la confianza hacia el Presidente alcanzaría a 70%, sumando “mucha confianza” y “poca confianza”.
“Si uno suma el 54 por ciento más el 16 por ciento, entonces estamos hablando del 70 por ciento de confianza de acuerdo con su propia encuesta”, dijo.
La ministra calificó como tendencioso y dañino que un medio de comunicación nacional tergiverse los resultados de su propia encuesta y los manipule provocando un efecto negativo y una mayor manipulación mediática desde afuera del país.
“Página Siete suma, resta, agrupa con un antojo netamente político y con un afán netamente dirigido a la figura del Presidente de desgastar, de hacer ver hacia la opinión pública que ha caído y que ha perdido popularidad”, denunció.
López señaló que esta encuesta tiene un efecto político internacional que afecta a la imagen del presidente Evo Morales, quien goza de un alto respaldo ciudadano, según estudios publicados por medios nacionales e internacionales.
Como prueba de ello, la Ministra refirió que la revista española ACOP ubicó al presidente Evo Morales, con el 54% respaldo, entre los cinco jefes de Estado del mundo mejor valorados de 2016. En el mismo trabajo, la presidenta de Chile Michelle Bachelet se ubica en la nómina de mandatarios peor valorados con el 24%.
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