La ministra nació en Yapacaní y dice que ha sido dirigenta sindical desde su adolescencia. Se siente firme, se siente segura en el Poder Ejecutivo.
Admite que fue un error entregar a los movimientos sociales la tuición de definir qué proyectos necesitaban, aprobarlos y evaluar la ejecución. Ahora, el Fondo Indígena está intervenido y más de dos millones de dólares están congelados.
Usted está en el ojo de la tormenta, ¿Cómo ha vivido esta situación?
Tengo mucho trabajo, el ministerio es muy grande y tiene tareas administrativas, orgánicas y también la parte política en Santa Cruz. Me ha quitado la concentración en el trabajo.
No es la primera vez que me atacan.
Ya en la primera gestión me acusaron por el INRA, de que había entidades paralelas o que se favoreció a organizaciones que no eran legales. Enfrentamos las acusaciones, nos presentamos a la Asamblea y
se esclareció el trabajo. No deja de perjudicar.
Esta vez, el ataque (viene) de la oposición, de los ex dirigentes indígenas que ahora son políticos. Esos mismos exdirigentes toman y después critican. Hacen denuncias, cuando se sabe que han sido ellos los que han conducido el Fondo Indígena.
¿Usted dice que las primeras denuncias llegaron hace un par de años?
Sí. La primera denuncia fue que había tardanza en los cierres de proyectos. Se hizo un cambio de ejecutivo, se dieron plazos. Como hubo incumplimiento, se mandó a la Contraloría para que haga seguimiento.
Yo siento que el contralor ha trabajado como debía, que tomó acciones. Además, hay una intervención para darle un nuevo rumbo al Fondo Indígena. Todo lo que se dice de que la ministra aprueba, que ‘panfletea’ recursos, que firma cheques, es falso. No hay ninguna entidad estatal que pueda firmar cheques.
¿Ha autorizado usted algún desembolso con su firma?
No, porque la aprobación de proyectos tiene varios filtros. Primero, el requerimiento de las organizaciones de base, después el respaldo de la federación departamental y nacional. Son tres filtros para llegar al desembolso.
¿Y la fiscalización?
Está bajo la responsabilidad de las organizaciones. Ellos aprueban, ejecutan y deben hacer seguimiento proyecto por proyecto.
Estas organizaciones debían informar a los ministerios, ¿no lo hacían?
Los informes llegaban retrasados. Después de la ejecución, tienen tres meses de plazo para cerrar el proyecto y después ingresar a la auditoría, que no se hace uno por uno, puede juntar varios proyectos.
Si es un proyecto productivo, se le da un tiempo de seis meses hasta un año. Si es de construcción, dependiendo del costo, puede durar hasta más de un año. En ese periodo se hacen los desembolsos, su ejecución y si en ese periodo no hay rendición de cuentas de cada desembolso, se puede hacer ampliación, como adenda. Cuando ya no cumples eso y no tienes la ejecución en esa etapa, se va sintiendo que hay poca responsabilidad en ese proyecto.
No toda la gente es lo mismo, podemos tener buenos ejecutores, pero también lentitud en el equipo
¿Y también corrupción?
Da a la corrupción, también a la negligencia. Puede ser que no se haya utilizado en malos manejos. Pero también puede ser que si no se le hace seguimiento al personal se olvida.
Lo que ha pasado en el Fondo Indígena es eso. Se ha visto que las organizaciones son buenas en la parte orgánica y política, pero en la parte administrativa no, porque no tienen personal capacitado adentro.
Los directores asignados fueron tan irresponsables que no asumieron su responsabilidad. He dicho en muchas ocasiones que desde el portero hasta el director ejecutivo han sido nombrados por las organizaciones, son ellos los que han puesto gente de confianza. Yo no soy responsable para estar encima de ellos, porque hay una estructura orgánica, que es el directorio, y hay una estructura administrativa financiera, que es el director nombrado por ellos.
¿Confiaba en el manejo del dinero, nunca sospechó que podía haber problemas?
Bueno, primero se observó el retraso de presentación de estados financieros, se hizo el cambio de director ejecutivo y como seguían se entregó a la Contraloría. Más allá, yo no podía hacer nada porque autonomía de gestión significa que ellos aprueban, ellos ejecutan, ellos manejan la chequera.
Son 1.100 proyectos, de los que Bs 729 millones están observados de 153 proyectos. No dice que hay corrupción. El informe del contralor es que no tienen cierre. Tampoco dice el contralor que hay proyectos fantasma.
¿Y usted cree que hubo corrupción?
Hubo mal manejo. Hubo falta de conocimiento de la parte administrativa y hubo rotación permanente del personal, que es una de las falencias para que los proyectos no avancen. Ellos (los opositores) denuncian que hay proyectos fantasma. Si acusan, quiere decir que las organizaciones aprobaron proyectos fantasma. La Fiscalía lo va a esclarecer.
Si los movimientos sociales los aprobaban, ¿hubo corrupción en los movimientos sociales?
No hay nada probado. Si hay proyectos fantasma, ellos han aprobado. Yo no emito ningún cheque, yo no reparto la plata.
Se decía que usted había aprobado resoluciones por más de Bs 50 millones.
Acusan de todo. Hay acusaciones de 71 millones, de 50 millones. El contralor ha sacado la supervisión y ha hecho conocer que hay esa malversación de fondos de proyectos que no tienen cierre. Esos dirigentes han sido miembros del directorio. Si ellos acusan es porque ellos saben que hubo proyectos fantasma y eso, en su momento, aclarara la Fiscalía.
¿Se ha utilizado dinero del Fondo Indígena para movilizaciones políticas a favor del MAS?
No tengo ningún conocimiento.
¿Las denuncias desportillaron la relación entre organizaciones sociales y el Gobierno?
No, porque en el directorio se aprobaron los proyectos. La intención y la finalidad están bien. Lo que ha fallado ha sido ser ejecutivo y administrativo. Ha sido un error no separar ambas partes.
¿Qué le ha dicho el presidente?
Que se investigue. Él ha sido tajante en decir que se investigue y que caiga quien tenga que caer. El presidente y el vicepresidente fueron claros en decir que no se dio buena utilidad al proyecto del Fondo Indígena.
El presidente dice que se tiene que esclarecer y yo estoy de acuerdo. La corrupción se castiga. Fue claro con la decisión de que debo hacer el seguimiento hasta que se haga el esclarecimiento en su totalidad.
En redes sociales se comenta que usted tiene mucho poder, ¿Es usted superpoderosa en el Gobierno?
La oposición va a decir de todo. Yo vengo desde el nacimiento del instrumento político de Santa Cruz, en la dirigencia sindical, acompañamiento al proceso de cambio; primero en el Concejo, en la Cámara de Diputados, ahora en el Ejecutivo.
Yo no tengo problemas en Santa Cruz, tengo buena relación con las organizaciones del sector agropecuario. A eso se debe la estabilidad en el ministerio.
¿Es abogada de los empresarios en el gabinete?, porque los empresarios dicen que a veces les llegan mensajes contradictorios del Gobierno.
Es tan importante el tema del agro porque estamos hablando de recursos que son renovables. Hoy vivimos de los ingresos del petróleo, pero eso no es renovable. Si no invertimos en el agro, podemos tener deficiencias.
Pero, ¿es verdad que no todos en el gabinete piensan así?
Bueno, podemos tener posiciones porque cada uno defiende a su sindicato. No tienen la misma posición el minero o el petrolero, pero hay una línea política a la que se debe ver y defender la posición de cada uno en su área.
¿Qué ha significado cambiar la mirada del Gobierno respecto a los empresarios y productores grandes?
Primero, yo lo veía de afuera, desde la parte legislativa. El grupo reaccionario de Santa Cruz fue bien duro, no aceptaba que el presidente sea un campesino indígena. Pero no fueron todos, fue una reacción política de Santa Cruz. Aquí había empresarios que en su momento no podían apoyar de frente. Después del referéndum revocatorio se dieron cuenta del apoyo que tenía el presidente.
El segundo trabajo fue buscar alianzas. A nadie le hace bien que nos peleemos. Lo mejor es trabajar de manera coordinada. El presidente dijo que quería trabajar con el agro porque es importante. Hoy vivimos de los hidrocarburos, pero cuando vemos la caída de los precios, acá nos afecta. Es igual que un hijito de papá que depende del padre, por eso el Estado debe tener ingresos de todos lados.
Hay un gabinete económico que está apostando al sector agropecuario, a la cabeza del presidente. Por eso habrá la cumbre agropecuaria donde estará casi la mitad del gabinete.
¿No cree que hubo un giro en el Gobierno? Antes el gabinete tenía más indígenas y ahora más representantes de la clase media.
El presidente es un campesino indígena que tiene mucho conocimiento. Hay complementariedad técnica en el gabinete, pero hay participación importante de la clase obrera, de la clase minera, de las organizaciones que han venido y que son parte. En el Ejecutivo somos nomás varios: el ministro de Trabajo, de Justicia, el canciller, yo, está el ministro de Minería, que era dirigente sindical. Hemos tenido importante participación y hay un equipo de trabajo.
¿Prevalece ahora la clase media técnica?
En el gabinete hay de todo.
En su momento se habló de que usted era ‘suegra’ del presidente…
Fue un escándalo armado. Doria Medina terminó pidiendo disculpas del caso. Ha sido un tema político. Y de estos ha habido muchos contra las personas más visibles del Gobierno. Los ataques no le han dado resultado al señor Doria Medina.
¿Y no le molesta que le diga suegra el presidente?
Es una falsa acusación que ha tomado el presidente. Es una especie de burla que hacía muchas veces el presidente.
¿Se siente fuerte en el Gobierno?
Me siento segura en mi trabajo. Donde voy, recibo el cariño de la gente.
¿El presidente le da su confianza?
Siempre, desde un inicio, desde que lo hemos conocido como dirigente sindical. Yo he sentido en todo momento el respaldo del presidente y del vicepresidente, desde que éramos dirigentes sindicales.
¿Y en esta crisis?
Él me ha dado todo su respaldo. Y esa confianza que manifiesta nos da la seguridad de seguir adelante
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