La primera empresa textil realiza su primera reestructuración para tratar de seguir en el mercado.
El Gobierno optó por la decisión más fácil y más costosa, despedir o forzar al retiro de un número indeterminado de trabajadores de la primera empresa estatal textil del país, Enatex. La ministra de Desarrollo Productivo, Verónica Ramos, justificó esta "decisión heroica" con el argumento de evitar el cierre de la empresa.
Durante el acto de rendición pública de cuentas que se desarrolló en instalaciones de la Vicepresidencia, la autoridad dijo, "vemos que ahorita tenemos una planta que tiene una cantidad de trabajadores que rebasa la necesidad actual de producción y eso determina mayores costos de producción y se convierten en costos fijos elevados, lo que determina menos ingresos e imposibilidad de despegar la planta".
Explicó que la reducción de personal está sujeta al análisis de la demanda, la capacidad productiva y los mercados en cada una de las cuatro áreas con las cuales trabajan. "El número ideal de personal que debe tener cada planta depende de varias condiciones: la demanda potencial que tengamos, la capacidad productiva de la planta y los mercados que vayamos encontrando, y eso significa un desarrollo gradual de la planta".
UNA MEDIDA ANUNCIADA. La Ministra de Desarrollo Productivo dijo que desconoce el número de obreros con los que cuenta la empresa estatal, pero detalló que se despidió a unos 30 trabajadores debido a la reestructuración y alrededor de 225 se acogieron al retiro voluntario, aunque anticipó que el número se incrementará.
Una de las cartas que recibieron los operarios de la factoría señala que ante "la nueva etapa de reestructuración y los motivos que atraviesa la empresa, nos hemos visto en la necesidad de disminuir el personal de Enatex, por lo que nos vemos obligados a finalizar su contrato de trabajo". También aclaró que "se realizará el pago de todos los beneficios sociales que por ley corresponden, por lo que deberá realizar la entrega de activos fijos, la presentación de la declaración jurada de desvinculación laboral ante la Contraloría y su informe final de actividades".
En diciembre de 2014, los trabajadores de Enatex sostuvieron una huelga de brazos caídos que duró un día, luego del pago de uno de los cuatro sueldos que se les adeudaba y el compromiso de pagar los otros con la venta de tarjetas navideñas solidarias. En enero de 2015, luego del incumpliemiento del acuerdo, los obreros retomaron la huelga y movilizaciones durante una semana.
LA DIRIGENCIA DE LA CENTRAL OBRERA BOLIVIANA GUARDA UN SILENCIO SINTOMÁTICO ANTE LA DETERMINACIÓN DE DESPIDOS EN ENATEX. LA DIRIGENTES SINDICALES NACIONALES Y LOS DE LA CONFEDERACIÓN DE FABRILES DIJERON QUE AGUARDAN UN INFORME OFICIAL RESPECTO A ESTA DETERMINACIÓN CONFIRMADA POR LA MINISTRA VERÓNICA RAMOS.
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