Tras la destitución de Pablo Groux como ministro de Culturas del presidente Evo Morales, surgieron muchas voces en apoyo del trabajo que efectuó los años que estuvo al frente de esta cartera, desde que en 2007 fue designado viceministro de Culturas hasta su última gestión como ministro de Culturas, que se inició en 2012, cuando regresó a Bolivia después de haber sido durante dos años embajador en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Las manifestaciones a favor de Groux no se hicieron esperar en las redes sociales, entre los puntos altos de su labor se menciona la promulgación de la ansiada Ley del Libro y de la Lectura Óscar Alfaro, el Registro Plurinacional de Artistas y lograr que el Rally Dakar se corriera por territorio boliviano dos años consecutivos (2014 y 2015).
Ley de Culturas
La creación de la Ley de Culturas de Bolivia es un tema que la autoridad saliente encaró desde hace años, y junto a la red de gestores culturales Telartes firmaron un convenio para llevar a cabo mesas de trabajo para desarrollar esta ley.
René Antezana, uno de los coordinadores de Telartes, valoró la gestión de Pablo Groux. “Es la primera vez que una autoridad del Estado se acerca de manera llana y confiable a la sociedad civil en beneficio de la cultura”, expresó.
Antezana habló de dos avances importantes propiciados por Groux: “El primero es una firma de convenio entre sociedad civil y Estado para llevar adelante una mesa de diálogo y de trabajo en una agenda de seis puntos importantes (legislación cultural, comunicación, justicia comunitaria, circulación cultural, relaciones internacionales y el impacto de la cultura en la economía).
El otro tema mencionado por Antezana fue el debate en torno a la Ley de Culturas que duró aproximadamente un año y culminó con dos talleres para armar un documento base que serviría para la socialización de esta ley. “Nosotros esperamos que la nueva autoridad dé continuidad a este proceso que es muy importante para la población”, concluyó Antezana.
Aporte al cine
Gerardo Guerra, productor cinematográfico y exdirector de la Asociación de Cineastas de Santa Cruz (Ascine), manifestó que la gestión de Pablo Groux a nivel global fue positiva. “Pero en particular para el cine lo negativo es que Conacine permanece a la deriva mientras la nueva Ley del Cine sigue estancada no solo por deficiencias del ministerio, sino también de otras instancias del Gobierno que no valoran debidamente al cine como una industria cultural. También en parte el problema es nuestro sector civil como cineastas muy disperso”, expresó Guerra.
Guerra resaltó el apoyo formal del Ministerio de Culturas para facilitar la producción de varias películas extranjeras en el país.
Óscar Castro, directivo de la Sociedad Boliviana de Autores y Compositores (Sobodaycom), declaró que, lamentablemente, Pablo Groux nunca se acercó a ellos para ver cuáles eran las necesidades de este sector, más allá de la creación del Registro Plurinacional de Artistas, una medida que, según Castro, aún no da los frutos para lo que fue concebida.
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