En un cabildo, juntas vecinales, comerciantes, transportistas y otros sectores de Quillacollo declararon “persona no grata” al ministro de Deportes, Tito Montaño, luego de que el jefe de la cartera estatal resolviera, junto al Consejo Nacional de Coordinación de los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, que la Villa deportiva se construirá en La Tamborada y no en Cotapachi.
El responsable de comunicación de la Alcaldía quillacolleña, Wilson Espinoza, explicó que ese fue uno de los tres puntos definidos en la reunión que se realizó en la plaza Bolívar.
En la reunión pública, que se extendió durante dos horas y media y que contó con más de 1.500 personas, también se resolvió pedir la revocatoria de los nueve concejales municipales y exigir al alcalde Eduardo Mérida que consiga recursos económicos para edificar escenarios deportivos.
Las tres determinaciones tienen lugar luego de que el Consejo Nacional de los Juegos de 2018 desestimara, el viernes pasado, al municipio para albergar la ciudadela, obra de envergadura que será fundamental para que Cochabamba reciba la cita internacional.
Montaño fue claro y expresó que “las protestas o manifestaciones” que pudieran tomarse en Quillacollo escapan a todo lo “deportivo”. “Hay autoridades que buscan convertir esto en un tema de intereses personales y regionales. Nosotros hemos velado por la prioridad de llevar adelante los Juegos”, enfatizó Montaño minutos después de que el viernes se definiera a La Tamborada como sede oficial de la Villa.
La posibilidad de reanudar los bloqueos y movilizaciones que acontecieron hace casi 10 días (cuando incluso el alcalde Mérida se manifestó en huelga de hambre para exigir que la edificación de la infraestructura se concretase detrás del cerro Cota) quedó descartada.
Las autoridades del municipio aguardan una notificación formal por parte del Consejo Nacional de los Juegos en la que conste la decisión de la última reunión, cuando quedó sentado que la Villa se hará en Cercado.
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