La elaboración del nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC) que inicialmente el gobierno proyectaba entregar a este mes, según Luis Arce Catacora, Ministro de Economía y Finanzas, estará listo para principios del 2016.
"Estamos trabajando conjuntamente con la Central Obrera Boliviana (COB), en el diseño del nuevo IPC, ahí se va a estructurar una canasta y vamos a tener los nuevos productos que servirán como cambio de base. Su implementación, una vez se concluya la encuesta, probablemente será el próximo año", precisó.
"Por ahora rige la actual canasta del IPC", señaló Arce refiriéndose a los 364 productos y servicios, cuyas oscilaciones de precios mide mensualmente el INE.
En la visión de dos expertos. El economista Germán Molina, duda de una eficiente labor de la COB junto al INE, dada las complicaciones técnicas que implica su diseño. "Ellos plantearon hace varios años, una canasta básica para cinco miembros de una familia de 8.300 bolivianos mensuales, por ese hecho veo que difícilmente el gobierno pueda aceptar. Ese puede ser un argumento para su retraso, dado que su diseño, necesariamente, debe tener encuestas mensuales en un año", expresó.
Para el economista, Armando Méndez, el actual IPC es el más grande de la región que tiene una amplia cobertura de productos y abarca 10 ciudades del país, en contraste a las reducidas canasta que poseen los países vecinos. "Bolivia tiene una canasta del IPC que ninguno de los países vecinos lo tiene, son tantos productos y con un universo reflejado en diez ciudades, incluida El Alto. Por esa situación tiene demasiadas variaciones en los precios, dada su volatilidad", señaló.
Contexto actual. Según datos del INE, la tasa de variación anual del IPC en Bolivia en julio de 2015 ha sido del 3,1%, una décima inferior a la del mes anterior.
En tanto la variación mensual del se ubicó con un índice que el gobierno considera sostenible y controlado,de forma que la inflación acumulada en 2015 es del 1,7% hasta julio.
Ante ese panorama, Arce puntualizó que la inflación está absolutamente controlada, a diferencia de lo que ocurre en Brasil, Paraguay y Uruguay, donde dicho fenómeno sigue trepando como efecto de la devaluación monetaria y otros ajustes. "Lo único que está llevando esa devaluación de la moneda es incrementar los precios (de la canasta familiar) y no están mejorando las exportaciones".
Ante esa situación la autoridad justificó por qué no se modifica el tipo de cambio en Bolivia. "La devaluación no es la mejor medida para generar exportaciones. Es una receta neoliberal. Lo que determina las exportaciones en Bolivia no es el tipo de cambio, sino la demanda externa. Así queda claro", precisó.
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