Los problemas de insolación por falta de hidratación en la población paceña desencadenaron los principales casos atendidos durante la visita de Francisco.
Los 38 puntos de atención médica instalados estratégicamente en el trayecto del Sumo Pontífice, entre carpas y consultorios móviles, atendieron 700 casos de los cuales 8 fueron deribados a hospitales de segundo y tercer nivel por complicaciones en la salud de algunos pacientes que acudieron a estos servicios, según el informe presentado por la Unidad Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, quienes reportaron que en ningun momento el papa Francisco requirió atención médica gracias a su fortaleza física.
A pesar de las previsiones que tomó esta Cartera de Estado a través del "plan de salud para el papa" durante su visita a estas ciudades, él caminó sin fatigarse. Besó, abrazó, se tomó fotografías y rezó sin perder el aliento.
“Para vivir sin parte de un pulmón extirpado, el papa Francisco, de 78 años, dio muestras de una gran fortaleza no sólo espiritual sino física, en el altiplano boliviano”, señala el comunicado.
Francisco mantuvo buen semblante en todo momento, y no se observó que necesitara el oxígeno que tenía a su disposición, a diferencia de otros periodistas que lo acompañaron desde el Vaticano.
El plan de atención en salud también contempló a la gente que acompañó al Obispo de Roma en su recorrido y muchas de ellas necesitaron del servicio de los médicos, quienes se movilizaron para el traslado de una unidad de sangre para un bebé de 7 días de nacido en el Hospital del Norte; así como la referencia a cinco pacientes por intoxicación, policontusión, amenaza de aborto, absceso en hombro derecho y fractura de cuarto metatarcino derecho.
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