Friday, July 29, 2016

Romero limita a Embajada de EEUU reunión con opositores

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, se reunió ayer con el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, Peter Brennan, para pedirle que no se reúna con parlamentarios y líderes de la oposición, además de “algunos analistas políticos”. En tanto, el diplomático respondió que dichos encuentros son normales y es parte de su accionar, lamentó también el distanciamiento con el Gobierno boliviano.

“La Embajada de Estados Unidos se reúne con algunos parlamentarios, se reúne con líderes de oposición, se reúne con algunos analistas políticos y evidentemente nosotros como Gobierno tenemos esa información procesada y hemos señalado que estos son los elementos que no contribuyen a un mejor clima de relacionamiento con el Gobierno nacional”, afirmó Romero en conferencia de prensa.

El titular de Gobierno sostuvo el encuentro a solicitud suya, reunión que se realizó en oficinas del Ministerio de Gobierno y tras el encuentro convocó a una conferencia de prensa, pero sin la presencia de Brennan.

“Hemos tocado diferentes tópicos”, dijo Romero y agregó que Peter Brennan le expresó que lamentan que haya un escaso diálogo con el Gobierno boliviano. “Yo le he manifestado que este clima se enrarece y se tensiona cuando una Embajada sostiene reuniones, contactos, comunicaciones con políticos de oposición, cuando le da connotación política a su representación diplomática y esto todavía existe”, sostuvo Romero.

Según Romero, Brennan no rechazó la información del Ministerio de Gobierno sobre los encuentros con líderes opositores, “más bien ha intentado justificarla señalando que es normal que ellos tengan reuniones con líderes sociales y políticos en todos los países del mundo considerando que es parte de su accionar”.

Para el Gobierno boliviano esos encuentros significan una intromisión en la política interna “y que lo deseable sería que estos elementos no se reproduzcan”.

SIN EMBAJADORES

Estados Unidos y Bolivia permanecen sin embajadores en sus respectivas capitales desde finales de 2008, cuando Morales expulsó al embajador estadounidense, Philip Goldberg, y a la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), con el argumento de que conspiraban en su contra.

El presidente de Estados Unidos de ese entonces, George W. Bush, respondió expulsando a su vez al embajador boliviano en Washington, Gustavo Guzmán, y retirando a Bolivia del plan de beneficios arancelarios Atpdea (Ley de Preferencias Arnacelarias por sus siglas en inglés) para sus exportaciones.

En noviembre de 2011, Estados Unidos y Bolivia firmaron un acuerdo marco que establecía las bases para reanudar los contactos basándose en “el respeto mutuo”, tal y como recordó hoy Choquehuanca, y desde entonces ha habido varias reuniones de trabajo.

Sin embargo, hasta la fecha y de manera oficial no se ha informado de avances a la hora de devolver a los embajadores a las capitales, un objetivo que Estados Unidos asegura perseguir.

En 2015 en oportunidad de la posesión de Morales, llegó a Bolivia el subsecretario de Estado para la Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de Estados Unidos, Tom Malinowski, quien afirmó en La Paz que mantener un buen ambiente entre su país y Bolivia acercará a ambos gobiernos y facilitaría concretar una posible reunión entre los presidentes Barack Obama y Evo Morales.

“Este es un proceso que tiene que marchar paso a paso para la normalización de las relaciones. No puedo decir cuándo podría ocurrir la reunión, pero puedo decir que esto es algo que a nosotros nos gustaría ver en algún momento”, afirmó entonces Malinowski, después de reunirse con Choquehuanca.

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