El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, reveló ayer que existen intereses privados para evitar que Bolivia cuente con su flota de barcazas y navegue la hidrovía Paraguay-Paraná, hace cinco años el dilema continúa en saber qué ocurrió en este caso en el que se presume el Estado boliviano habría sido estafado, ya que para su construcción se canceló la suma de 30 millones de dólares para la fabricación de 16 barcazas y dos remolcadores.
“Existen ciertos intereses, no queremos dar con nombre y apellido, intereses que pretenden que Bolivia no pueda tener su propia operadora en la hidrovía. Intereses creados que en este momento no podemos identificar, pero que preferirían que Bolivia no tenga su propia flota de barcazas y eso de alguna forma ha influido en algunos informes”, dijo a tiempo de señalar que Bolivia es el único país que no opera libremente la hidrovía con sus propias barcazas. Los países que comparten este corredor fluvial son Brasil, Paraguay y Argentina.
La autoridad aseguró que se está investigando para conocer los nombres de las personas que emitieron informes fuera de la realidad y revelaron a empresas argentinas sobre la construcción de las barcazas, junto a todas sus especificaciones técnicas. Para los expertos esto es una “infidencia”.
En conferencia de prensa, la autoridad descartó titulares de prensa y afirmó que “en ningún momento” el Gobierno o Ministerio de Defensa “abandonó” las barcazas que, en la actualidad, se encuentran en un astillero de China y estarían a “un poco de perderse”. Afirmó que en junio vence el plazo, para que sean rematadas las barcazas, sin embargo, dijo que se extreman recursos para evitar el remate.
“Se hará hasta el último esfuerzo para tratar de recuperarlos”. Pero, según el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, el Gobierno no invertirá un solo peso más en las barcazas.
Una opción es lograr un contrato de riesgo compartido, “que sean capitales privados que asuma el costo de transporte y almacenaje”. La autoridad sostuvo que los costos de construcción están pagados y “las empresas con las que se hizo el contrato están quebradas y son ellas las que han sido afectadas por los juicios de los fabricantes y quienes tienen el almacenaje”.
También está la coordinación con la Procuraduría General del Estado por “un último intento de negociación en China”, para ver cómo están las barcazas, “porque, por informes extraoficiales no estarían terminadas y otras estarían en mal estado”.
Según datos oficiales, hace seis años se inició la compra de las barcazas con el trámite de Enabol con dos empresas chinas para la adquisición de 16 navíos y dos empujadores.
El costo de la construcción y traslado de esas embarcaciones fue de 30 millones de dólares, monto que se pagó, pero las barcazas no llegaron al país y fueron almacenadas en China.
PROCESO
En la actualidad el caso se encuentra en etapa de investigación a cargo de una comisión de fiscales, a quienes es imposible encontrarlos. Sin embargo el fiscal interventor Paul Franco dijo al respecto que se solicitará un informe para conocer el avance de la investigación que se realizó hasta la fecha.
Producto de este presunto fraude a Enabol, seis empresarios de Corea del Sur fueron acusados por dicho delito ya que cobraron por adelantado 30 millones de dólares para construir las barcazas y remolcadores, pero nunca los entregaron.
Los empresarios Lee Sang Kuk Kwak y Chong Ho, de General Marine Business GMB Inc; Park Snog Gim, de MSR- SHIPYARD; Jung Chun Sub, de SeAHB & Duck Sung Sociedad Accidental, y Lee Jong Soo y Lee Yong Sik, de la firma Yeunsoo Shipbuilding; quien guarda detención preventiva en este caso es el representante legal de la empresa coreana, Carlos Yang HurTorrez, quien está recluido en el penal de San Pedro al igual que el contraalmirante Freddy Ballesteros, y el capitán de Navío Fidel Gamboa Careaga, mientras que está bajo detención domiciliaria el capitán de Fragata Evalth Velasco Helguero.
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