Ministro de Educación elude involucrarse en líos de la “U”

La cuestionada posesión de Eduardo Cortez como rector a través de la vía judicial continúa causando problemas en la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS), se cumplirá un mes en el que los estudiantes no cesaron sus medidas.

El ministro de Educación, Roberto Aguilar, estuvo presente en Tarija, y él prefiere no “quemarse las manos” para que el Gobierno lleve la “fiesta en paz” con el sistema universitario, toda vez que esta instancia formativa goza de autonomía.
La máxima autoridad en educación del país, manifestó que en este tipo de casos, como Gobierno, son “muy” cuidadosos porque quieren evitar cualquier acción que pueda entorpecer el respeto a la autonomía universitaria, y lo único que pueden hacer es pedir diálogo para que se arregle el conflicto. Por lo que descartó intervenir o participar en el conflicto, por respeto a la autonomía que está en el marco constitucional.
“Las imágenes de las instituciones académicas son el reconocimiento y el prestigio académico de estas instituciones-dijo Aguilar-, si vamos a estar en conflicto por problemas electorales largos con suspensión de actividades, incide directamente en ese aspecto”.

Más aprehendidos
Las aprehensiones de los estudiantes por parte de la Policía Boliviana continúan. El 22 de octubre detuvieron a 13 universitarios y al otro día, en medio de una marcha aprehendieron a uno más, los efectivos de la fuerza del orden estaban de civil, así lo hizo conocer la representante del Defensor del Pueblo, Gladys Sandoval.
Para esta autoridad, la Policía hizo un abusivo uso de la fuerza y vulneró los derechos de los estudiantes. Además que los detenidos son pertenecientes a familias humildes, y también de las provincias.
La audiencia de medidas cautelares que por lo general se realiza en 24 horas, cuando una persona es detenida, se efectuará recién en la tarde del 24 de octubre, porque la Fiscalía esperó hasta última hora para presentar la imputación, por lo cual los estudiantes pasarán dos noches tras las rejas de las celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Pero además, la investigación de la toma de la Universidad es nula, porque el Ministerio Público declaró “en reserva” el caso.
Toda esta situación ocasionó que el diálogo que había gestionado la Defensoría del Pueblo para la tarde del 23 de octubre, quede nula. Ya que los estudiantes ahora piden que se libere a sus compañeros detenidos.
Sandoval dijo que comparte la idea de que se pueda realizar un cambio total en la UAJMS, por lo cual, una de las propuestas es que se realice una renuncia colectiva, tanto de los dirigentes de la Federación Universitaria Local (FUL), Federación Universitaria Docente (FUD), y que Cortez también renuncie, que fue planteada por los estudiantes

Movilizaciones
Asimismo, estas acciones generaron que alrededor de 200 personas entre estudiantes y padres de familia realizaran una marcha por las calles de la ciudad, en rechazo al abuso policial y pedir una vez más a Cortez que dé un paso al costado.
Asimismo, los manifestantes indicaron que no cesarán en sus medidas de presión, aunque exista una persecución judicial, ellos se mantendrán firmes en su pedido, porque en la actualidad tienen el apoyo de las provincias, como así también el respaldo de otras FUL, como las de Cochabamba, Sucre y Potosí, ya que este conflicto pasó a ser nacional.

Abrieron el campus pero no las facultades

Tras la intervención de la Policía, el ingreso al campus de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) quedó expedito, estudiantes acudieron para querer pasar clases, pero las puertas de las facultades de esa casa de estudios superiores estaban cerradas.
Éstos universitarios pronosticaron que el lunes se normalizarán las clases, toda vez que sus compañeros vienen de las provincias, y por los conflictos retornaron a su lugar de origen
Unos seis docentes se encontraban en afueras del campus, entre ellos la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud, Olga Martínez, quien señaló que no existen las garantías necesarias para reanudar las actividades académicas.
Hasta el medio día, un contingente policial resguardaba este lugar para que los universitarios no vuelvan a cerrar el ingreso. Asimismo otro grupo de policías resguardaba el Rectorado.