El ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, no descartó la posibilidad de un posible intercambio de información con la Administración para el Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en ingles), sin que esta institución retorne a trabajar a Bolivia, en la perspectiva de mejorar la lucha contra el narcotráfico.
“Hay que pasar a otra etapa, qué implica eso, haber, vamos a intercambiar información, no hay necesidad que la DEA vuelva a este país, pero eso no significa por ejemplo que no intercambiemos información con todos los países, incluyendo la DEA por supuesto”, manifestó Moldiz al programa de televisión “Levántate Bolivia” de Cadena A.
Moldiz recordó que el año 2011 el país firmó con los Estados Unidos un acuerdo marco que establece una relación de mutua confianza sin injerencia, pero con una responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico.
La autoridad recientemente posesionada en el despacho de Gobierno afirmó que Bolivia hace su parte reduciendo los cultivos de hoja de coca y labores de interdicción sin el apoyo de los Estados Unidos, de cuyas autoridades demandó hagan el control en sus fronteras ante la demanda de droga en su población.
Respecto a los cultivos de hoja coca en el país, el Ministro de Gobierno dijo que producto de las labores que realiza la fuerza anticrimen se tiene 22.000 hectáreas, de las cuales el consumo legal es aproximadamente 14.000 y 5.000 son destinadas a la industrialización, lo que hacen un total de 19.000 hectáreas que estaría en el límite permitido.
Estas cifras darían paso a que se trabaje en una nueva Ley 1008 que contemple el carácter cultural, áreas de cultivo, fines medicinales, exportación industrialización, entre otros aspectos. Actualmente la Ley 1008 permite el cultivo de 12.000 hectáreas de coca en zonas productoras.
ANÁLISIS
Para el analista en temas de narcotráfico, Franklin Alcaraz, el narcotráfico tiene dos vertientes, dijo a EL DIARIO: “La de la producción y del consumo”, además de considerar que Bolivia es un país productor de droga, “no importa la dimensión que se le quiera dar”, pero también es de tránsito.
“Cuando se habla de intercambio de información yo entiendo de que se trata de consumo y producción, de manera que a nosotros es más útil la información generada en nuestro país y en los países vecinos que en los Estados Unidos como país consumidor donde se incrementa el consumo de droga sintética”, dijo.
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