Fue periodista, como su antecesora, Amanda Dávila, pero al llegar a ser diputada del MAS tuvo un choque con los medios de comunicación.
Fue una de las promotoras de la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, que generó una protesta de los medios, que denunciaron que afectaba a su labor informativa. El malestar llevó a los periódicos más importantes del país a publicar sus portadas en blanco con el texto “sin libertad de expresión no hay democracia”.
El domingo, Paco lanzó declaraciones polémicas al plantear la revisión del uso de las redes sociales en Bolivia.
“Son medios de comunicación y tenemos toda la responsabilidad de revisar cómo los utilizamos. Hay una preocupación generalizada por la situación de vulnerabilidad en la que (las redes sociales) han puesto a muchas jóvenes, adolescentes, niños, niñas y hay que revisar qué responsabilidades hay o no hay, desde dónde y quiénes. También hay obligaciones, (entonces) pensemos en el mecanismo que nos garantice la responsabilidad, el respeto a la dignidad de las personas, yo creo que eso es parte del debate, las iniciativas vendrán”.
¿Cómó llegó la invitación para que sea ministra?
Fue una llamada del presidente Evo Morales. Me dijo que me haría cargo del Ministerio de Comunicación y no me la creía hasta el momento del juramento.
¿Cómo lo asume?
Es un privilegio, un honor trabajar al lado del presidente. Al mismo tiempo una gran responsabilidad, desafío y servicio. Un sueño hecho realidad. Espero estar a la altura de lo que requiere el Estado.
Ud. fue clave en la aprobación de la Ley Contra el Racismo y Toda
Forma de Discriminación, y eso generó fricciones con periodistas, ¿teme que suceda de nuevo?
Sí, los periodistas lo entendieron mal. Se puede hacer una comunicación diferente. Cuando en ese tratamiento dijimos que debía haber respeto y los medios eran fundamentales tenía toda la razón y los medios no entendieron. Hoy se dan cuenta de que era necesario. Aprendemos juntos. Siempre hacia el bien mayor.
¿Hay un límite para la libertad de expresión?
El límite de la libertad de expresión es la dignidad de las personas. Todo derecho tiene su límite o todo derecho termina donde empieza el derecho de los otros. Entonces, hay límites, y se llaman responsabilidad, se llama respeto. Hay que cuidar la dignidad de las personas para construir Estado.
¿Como piensa su relación con los periodistas?
Los medios no me quisieron porque hubo diferencias, de pronto hasta celos, críticas. Hay comunicación política, social y económica. Se siente animadversión por el ámbito político que es desde donde se toman las decisiones y se puede hacer un trabajo eficiente de ese comunicarse entre Estado y sociedad.
¿No es la crítica elemento básico del periodismo?
La crítica constructiva, la proactiva, la sincera, la racional y argumentada es la que necesitamos en el diario vivir. Si viene así, podremos trabajar.
El presidente recomendó el viernes a los ministros que para no caer en “las trampas” de los periodistas mejor se callen,¿ debe ser así?
Por responsabilidad. En la función pública estás en mil cosas y no siempre estás enterado de todo. Para tener dimensión completa es mejor revisar
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