Wednesday, February 13, 2019

Quintana: De Mesa es la expresión del fracaso del modelo neoliberal



El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó ayer que el exmandatario Carlos de Mesa es la expresión del fracaso del modelo neoliberal y que su candidatura a la presidencia apunta a no quedar como un “soberano fracasado” de la historia boliviana.

“Carlos Mesa termina siendo la expresión del fracaso de ese modelo neoliberal, de ese viejo modelo neoliberal que fue en realidad derrotado por la consciencia política del pueblo boliviano”, afirmó el Ministro en declaraciones a la radio estatal Patria Nueva.

Como respaldo, argumentó que De Mesa, desde su labor como periodista, se constituyó en el “vocero privilegiado del modelo neoliberal”, pues se dedicó a “vanagloriar ese proceso”, que, en realidad, significó la desaparición del Estado y la desprotección de los ciudadanos.

Fruto de esa defensa que asumió con “fervor ideológico”, por lo cual Quintana definió a De Mesa como “el mayor pontífice del sistema neoliberal”, éste fue premiado para ser el candidato a la vicepresidencia del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), junto con Gonzalo Sánchez de Lozada, en las elecciones de 2002.

Entonces, el otrora periodista presentó a Sánchez de Lozada como el líder del “gobierno de salvación nacional” y pidió a la población que confíe en él.

Pero muy lejos de materializar ese objetivo, Sánchez de Lozada y De Mesa fueron los que llevaron al neoliberalismo a su mayor crisis desde la década de los 80.

Así, por decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno del MNR determinó aplicar un impuesto al salario, que según el ministro Quintana fue un “asalto a mano armada” a la población con menos ingresos.

En efecto, en febrero de 2003, Sánchez de Lozada, que tenía como vicepresidente a De Mesa, decidió cargar un ‘impuestazo’ sobre todos los trabajadores dependientes que recibían salarios superiores a los 800 bolivianos con el argumento de que ellos eran parte de la clase media y clase media alta.

La medida fue rechazada por toda la clase trabajadora, que pidió la renuncia de Sánchez de Lozada, quien optó por movilizar a las Fuerzas Armadas para reducir las protestas, a las que también se sumó la Policía Boliviana.

El enfrentamiento entre la Policía y las Fuerzas Armadas, que causó 32 muertos y más de 200 heridos, fue la expresión máxima de la crisis de Estado y sometimiento externo a los que llevó al país el MNR y que se evidenciaron en esas horas de conflicto, tal como el propio expresidente De Mesa lo confesó en un escrito que se publicó en 2013.

“Mientras se desangraba la nación, mientras se desangraba el país, militares, soldaditos muertos en las calles, policías muertos en las calles, en realidad incontinentes de esa situación lo tenías a Sánchez de Lozada y a Carlos Mesa llamando al Departamento de Estado para que Estados Unidos le salve la vida al gobierno, no a la nación, no a la patria, sino le salve la vida al gobierno pidiendo la limosna de 150 millones de dólares, y como siempre ha ocurrido con Estados Unidos, el Departamento de Estado le dijo a Sánchez de Lozada, le vamos a dar 15 millones de dólares. Mesa dice que ha sido testigo de ese episodio trágico”, refirió el Ministro.

Para Quintana eso significó un “portazo” de la Casa Blanca al “mejor alumno del neoliberalismo”, pues le dijo: “Vean cómo resuelven ustedes porque son casi como unos idiotas que no resuelven los problemas a pesar de la plata que les damos todos los días”.

Así, el Estado neoliberal había llegado al límite de su miseria y de su inviabilidad, lo cual meses después se reflejó en la huida de Sánchez de Lozada a Estados Unidos.

Tras ello, De Mesa asumió la presidencia, que para Quintana fue nada más que la práctica de “la filosofía de la mendicidad” de “extender la mano para que la comunidad internacional y los organismos internacionales le puedan regalar plata para pagar los salarios”.

“Ese Carlos de Mesa que estaba mirando el desangramiento del país desde el tercer piso, que estaba mendigando plata no sólo al Fondo Monetario, sino también al gobierno gringo, resulta que termina siendo presidente con la caída de Sánchez de Lozada. Fracasa como el gran pontífice de los medios de comunicación, fracasa como vicepresidente de Sánchez de Lozada y asume la presidencia y adopta la conducta de la mendicidad”, apuntó.

Después de esos fracasos como “pontífice mediático del neoliberalismo, como vicepresidente del mejor alumno del neoliberalismo” y de su gobierno al que renunció en sucesivas ocasiones, es que ahora De Mesa encuentra en la candidatura a la presidencia una opción para enmendar esos errores.

En opinión del Ministro, De Mesa “encarna la expresión psicológica del fracaso histórico” y se resiste a pasar “a la historia siendo un soberano fracasado”.

Por ello, la exautoridad sostiene que “en algo tiene que triunfar, tiene que reivindicarse frente al fracaso y entonces dice: ‘Aquí en medio de esta crisis de partidos, en medio de esta mediocridad política, nuevamente me postularé y creo que las encuestas me pueden sonreír, entonces le meto a la política y voy a tener un poco de apoyo’”.

No obstante, Quintana advirtió que el retorno de De Mesa a la presidencia representaría “un salto al vacío”, pues se “ingresaría en el mundo de la mayor incertidumbre” y se retornaría al “viejo modelo neoliberal fracasado, con masacres incluidas y enfrentamientos de militares y policías. Sería como retornar al siglo XIX”.

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