Jerjes Justiniano Atalá dejó de ser ministro de la Presidencia la tarde de este martes, tras una decisión de la presidenta, Jeanine Áñez, que posesionó en su lugar a quien hasta hoy ocupaba la cartera de Obras Públicas, Yerko Núñez.
La medida surge en medio de los duros cuestionamientos que existían contra Justiniano. Una denuncia del exviceministro de Comunicación, Danilo Romano, por "coacción" y otra por supuesta "injerencia" en el proceso judicial por una violación grupal en Santa Cruz, denominado caso ‘Manada’.
Áñez destacó la amplia experiencia de Núñez y manifestó que es un hombre de su "entera confianza".
Durante su intervención no mencionó las causas sobre la salida de Justiniano Atalá, que había negado cualquier tipo de intervención suya en la administración de justicia, asegurando que ahora solo recibe “ingratitudes”.
A su turno, el nuevo titular de la Presidencia dijo que fomentará el respeto mutuo y el diálogo entre los bolivianos, anticipó que promoverá la eficiencia en la coordinación institucional y la lucha frontal contra la corrupción, a fin de “desmontar nidos de corrupción que puedan existir en este Ministerio, sobre todo en el programa Bolivia Cambia”.
En el acto en Palacio Quemado también se posesionó a Iván Arias como ministro de Obras Públicas y a Óscar Mercado como titular de Trabajo, cargo que estuvo acéfalo desde el inicio de este Gobierno liderado por la presidenta Jeanine Áñez.
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