Tuesday, November 24, 2020

Ministro Lima confirma juicio de responsabilidades a magistrados "hasta las últimas consecuencias"

 Al no haber respuestas concretas del Consejo de la Magistratura, el ministro de Justicia, Iván Lima ratificó este martes, su intención de iniciar un juicio de responsabilidades contra los magistrados que pertenecen a esta instancia de justicia.

“Todavía no tenemos una respuesta del Consejo de la Magistratura. Esperemos que nos llegue en las próximas horas. Si no llegan las respuestas, el día de mañana (miércoles) vamos a iniciar un juicio de responsabilidades, por la no designación de jueces”, manifestó en una corta declaración a los medios de prensa.

La autoridad del Gobierno responsabiliza a los magistrados por dilatar la designación de 151 jueces, afectando a la población litigante durante esta gestión 2020. Calificó al Consejo de ser “un monstruo administrativo”.

Lima no contempla como justificativo válido la inacción del Consejo por la afectación de la pandemia del coronavirus o presuntas dificultades que tienen al interior de su institución.

“No es justificativo, por ejemplo, el plazo para la interoperabilidad que vencía el 20 de febrero de este año. En esa fecha, todavía no estábamos en pandemia. Pero la pandemia tampoco es un justificativo porque otras instituciones como la Fiscalía han logrado culminar sus trabajos”, señaló el ministro de Justicia.

Para Iván Lima, la apertura de un juicio es inminente ya que, los magistrados recién preparaban el proceso desde el próximo jueves, para elegir a los 151 jueces que se necesitan para encarar las causas judiciales retrasadas.

“El jueves ya es tarde. Por eso, este miércoles se va a iniciar el juicio de responsabilidades. Si no hay renuncias voluntarias hoy (martes), mañana (miércoles) iniciamos el juicio de responsabilidades. El juicio va a ser hasta sus últimas consecuencias”, advirtió Lima.

Datos indican que en el país existen 300.000 causas en instancias judiciales acumuladas por el periodo de la cuarentena, porque se suspendieron las actividades en los juzgados y ahora se retoman de forma paulatina y virtual.



Aguilar pregunta a Quelca: ¿Por qué una sola propuesta (clases semipresenciales)?

 El exministro de Educación Roberto Aguilar realizó este martes varias preguntas dirigidas hacia esa cartera de Estado y a su titular, Adrián Quelca, sobre la gestión escolar en Bolivia del próximo año. Además, sugirió presentar un plan educativo con escenarios y alternativas para cada unidad educativa.

“Preguntas al Ministerio de Educación para 2021: ¿Por qué una sola propuesta (clases presenciales)? ¿No sería más adecuado presentar un plan, con escenarios / alternativas para cada unidad? ¿Qué pasó con la recuperación/nivelación de contenidos 2020? ¿2021 será una gestión normal?”, escribió a través de su cuenta de Twitter la exautoridad.



Por su parte, en una entrevista con Página Siete, este lunes el ministro Quelca señaló que el retorno a las labores pedagógicas es uno de los retos más importantes de su despacho y aseguró que elaborarán un plan de ingreso a clases.

Adelantó que entre algunos de los ejes están ir al colegio día por medio (semipresenciales), pasar clases virtuales, reforzar la capacitación con cartillas, adecuar las aulas con todas las medidas de bioseguridad y reducir el número de estudiantes por niveles.

La autoridad también aseguró que cuando los estudiantes vuelvan a las labores educativas habrá una etapa de “nivelación  académica”, porque en el año 2020 no se cumplieron los objetivos y la malla curricular  en  todos los niveles.

El inicio de clases está previsto para los primeros días de febrero.

MAS Santa Cruz decide expulsar al exministro Carlos Romero

 El diputado Rolando Cuellar confirmó que el bloque Oriente de Santa Cruz determinó la expulsión del exministro de Gobierno, Carlos Romero, del Movimiento Al Socialismo (MAS). Señaló que la determinación fue asumida este martes porque la exautoridad "traicionó" a ese partido y a Evo Morales durante los conflictos poselectorales de 2019.

“En Santa Cruz, el bloque Oriente, los Interculturales, las Bartolinas y las organizaciones sociales dieron una conferencia de prensa ratificando la expulsión del señor Carlos Romero (…), por traición al proceso de cambio, al compañero Evo Morales”, afirmó Cuellar.

Sostuvo que las organizaciones sociales asumieron esa determinación porque “mientras el gobierno transitorio perseguía ministros y había persecución política, el señor Carlos Romero se campeaba en la ciudad de La Paz con apoyo de (la entonces presidenta Jeanine) Añez y Arturo Murillo”, dijo el diputado.

Asimismo, acusó a la expresidenta del Senado, Adriana Salvatierra, por haber renunciado a su cargo sin justificativo, en noviembre de 2019, hecho que posibilitó que Añez tome su lugar y luego asuma la Presidencia del Estado.

Desmintió que las organizaciones sociales que componen el MAS en Santa Cruz pretendan postular a Salvatierra a algún cargo en las próximas subnacionales.

Sostuvo que la exsenadora debe “bajar a las bases para decir por qué renunció y le entregó el Gobierno en bandeja a Añez. Ella pudo prevenir los 37 muertos en Sacaba y Senkata y el motín policial”, aseguró.

“En este momento el MAS se encuentra en un proceso de renovación, con gente nueva, la gente que ha estado en los 14 años de la anterior gestión ahora debe descansar. Ella (Salvatierra) ha cometido muchos errores, debe descansar y en política no se perdonan esos errores”, manifestó Cuellar. 




Video Eva Copa continuara con el proceso por Acoso Laboral contra el Ministro Del Castillo

Sunday, November 22, 2020

Canciller Rogelio Mayta: Áñez se alineó al gobierno de Trump a cambio de nada

 La nueva autoridad, en entrevista exclusiva, explica las pautas de la política exterior en el gobierno de Luis Arce Catacora, a diferencia de lo sucedido en el mandato transitorio de Jeanine Áñez.

Si hubo un rasgo que distinguió al gobierno transitorio de la presidenta Jeanine Áñez, ello fue el giro de 180 grados que dio la política exterior con respecto a la “diplomacia de los pueblos” ejercida por los gobiernos de Evo Morales. Para la exministra de Relaciones Exteriores de Áñez, Karen Longaric, buena parte de dicho giro (romper relaciones con Cuba y Venezuela; cerrar las embajadas en Irán y Nicaragua; dejar la ALBA, Unasur y la Celac) no fue otra cosa que “desideologizar” las relaciones exteriores. No, lo que más bien hubo fue un alineamiento tras el gobierno estadounidense de Donald Trump y, lo peor, a cambio de que Bolivia sea ninguneada, critica el recientemente nombrado canciller, Rogelio Mayta Mayta.

—En estos días, usted firmó un convenio de cooperación espacial con la Celac. Para el gobierno transitorio, la Celac no existía.

—En este tiempo es muy importante construir bloques regionales, en especial para un país como Bolivia, demográficamente pequeño, con una economía en desarrollo. Necesitamos unirnos, y en ese esfuerzo ha sido importante la iniciativa de Unasur, que fue duramente bombardeada, más que por un interés regional por posiciones ideológicas recalcitrantes, que no han pensado en la región y se han alineado a los intereses de alguna potencia extranjera. La Celac es parte de esas iniciativas,  un proceso en desarrollo y que debemos hacer esfuerzos por consolidarla. La firma de hace unos días trata de que Latinoamérica tenga cierta soberanía aeroespacial. Cada país tiene sus iniciativas por separado, tenemos que unirnos; los pocos recursos que poseemos en conjunto, en comparación con grandes potencias, tenemos que articularlos para sacar mejor provecho, en resguardo de nuestras propias soberanías. La Celac es muy importante inclusive en temas como la lucha contra el COVID-19, tiene iniciativas importantes, a las cuales a Bolivia le conviene adscribirse.

—¿Cuánto ha afectado a Bolivia este alejamiento de la Celac y otros organismos y países?

—Desde el 10 de noviembre de 2019, Bolivia ha enfrentado una situación complicada en la comunidad internacional; hubo gobiernos que no reconocían al gobierno de Áñez porque consideraban que no había una sucesión constitucional; nosotros hemos señalado que hubo un golpe de Estado, que se había roto la institucionalidad. El posicionamiento (internacional) del gobierno transitorio fue demasiado recalcitrante, en términos ideológicos; y terminó peleándose con varios países importantes en la región y enfriando las relaciones con otros importantes en el orden mundial. México tiene un peso específico en Latinoamérica y en el mundo, y el gobierno de la transición golpista tuvo un vocero [Jorge Quiroga] que vociferó contra su Presidente. Eso ha generado reacciones muy diplomáticas del Gobierno de México, pero de forma airada por parte de la población mexicana. Ellos no concebían cómo alguien insultaba a uno de los presidentes más populares del último tiempo en México. Igual pasó con Argentina, hubo impasses. El gobierno de Áñez se fue aislando solito. En escenarios como Naciones Unidas, la OEA y otros trataba de seguir alineamientos con la política de Trump, rompiendo alianzas que Bolivia había construido en años anteriores.

—En su Memoria Institucional, la excanciller Karen Longaric reivindica que su labor ha sido desideologizar la política exterior.

—El gobierno de Áñez en su política exterior ha tenido un alineamiento muy poco soberano con la política exterior del gobierno de Trump. Y Trump, como todos sabemos, ha sido un desastre, no solo para su país, sino en el terreno internacional. Realiza una ejecución extrajudicial, el asesinato del general Soleimani, de Irán; se sale de los tratados de freno del cambio climático; de los tratados sobre armas nucleares de mediano alcance, y luego de repente Trump trata de encerrarse en sí mismo, deshacerse de las relaciones internacionales y atizar una guerra comercial con China que hizo tambalear la economía global. Y el gobierno de Áñez alineado ahí, y además, para colmo de males, ninguneado. Bolivia no solamente que ha tenido una posición poco soberana, sino que en ese alineamiento con Trump fue ninguneada; y eso para los bolivianos que nos sentimos orgullosos de nuestra tierra ha sido indignante.


—¿O sea, no se consiguió algo a cambio?


— No. Ese alineamiento ha sido casi por nada. En la evaluación que hicimos, vimos que, por ejemplo, en comercio exterior, tratar de abrir mercados, en todo el tiempo del gobierno de Áñez, el resultado de ese trabajo ha sido cero. Pueden haber habido algunas conversaciones, pero el resultado es cero. No es, como señalan, que se ha desideologizado, ni mucho menos, sino inclusive se habían seguido algunas prácticas que no eran las más apropiadas; prefiero no entrar en detalles en relación a su política de contrataciones de funcionarios; lo único que puedo decir es que se ha reproducido males muy patentes en tiempos de los gobiernos neoliberales, donde se producían escándalos en ese ámbito.

—Estaba en tratativas la reposición de embajadores. ¿Avanzó algo en el gobierno transitorio, dada la cercanía…?

—No, contrariamente. Este periodo ha sido anodino. Llama la atención que ni siquiera en la relación con el gobierno de Trump, hacia quien uno podía advertir que existía un alineamiento, al extremo de que un confeso agente de la CIA era el asesor personal de Áñez, no hayan podido avanzar más. Se avanzó más en años anteriores. [Tras la mutua expulsión de embajadares] la relación entre Bolivia y Estados Unidos tuvo una tensión, durante un tiempo, pero se empezó a reconstruir, se negoció la posibilidad de tener un acuerdo marco que permita un relacionamiento entre nuestros Estados en base al respeto mutuo, de soberanía, pero ni siquiera ese acuerdo avanzó.


Cocinaron, pintaron, discutieron mucho y lloraron la noche del 18

 Vivir en la residencia mexicana en La Paz, sin salir durante casi un año, no fue una vacación para los altos cargos del MAS que allá se refugiaron durante el gobierno de Jeanine Añez, pero tampoco fue “peor que en la cárcel”, como dijo el exgobernador de Oruro Víctor Hugo Vásquez, refiriéndose, no tanto al confort de la vivienda, como a los operativos de seguridad que rondaban la casa.

Hugo Moldiz, que permaneció 360 días en esa residencia, cuenta algunas pinceladas de la convivencia diaria entre 28 huéspedes, primero, y entre siete, después. Dice, por ejemplo, que, al principio, el cambio fue muy brusco porque pasaron de dormir plácidamente en sus camas a pasar la noche hasta en la sala, en colchones o en los sillones. En la residencia había tres baños, pero no faltaron las filas esos días de hacinamiento.

Cuando el grupo se achicó tuvieron que compartir habitaciones. El roommate de Moldiz fue César Navarro, hasta que éste se marchó y Moldiz pudo disfrutar de una habitación personal, donde acumuló unos 50 libros que su familia le llevó.

Proveer comida para todos tampoco era cosa fácil, por eso Moldiz no duda en destacar “la gran solidaridad humana de Coni y Pedro”, el personal de servicio de la residencia. Al principio, ambos tuvieron que cocinar para todos, aunque los huéspedes se organizaron en grupos para limpiar los baños, el piso y para lavar la vajilla. Luego se harían grupos también para cocinar la cena y para los almuerzos de domingo.

Coni y Pedro, que antes de la sorpresiva llegada de los refugiados solían irse a su casa al final de cada jornada para compartir con sus familias, tuvieron que quedarse a convivir con el grupo para proveer de alimentos a todos. “Vivieron junto a nosotros la dureza de estar limitados en nuestro movimiento, de ser rehenes del gobierno de facto, se quedaron todo el tiempo, meses después recién salían los domingos”, relata.

Pero ya decíamos que los refugiados tuvieron que organizarse en grupos para cocinar. A Moldiz le tocó hacer dupla gastronómica con Víctor Hugo Vásquez, con quien cocinaban platos estándar para la cena, pero alguna especialidad cubana para el domingo. Dice el exministro de Gobierno que tuvo que aprender a cocinar y ahora le sale muy bien el potaje con frijol, el arroz frito a la cubana, el saice paceño y falso conejo.

Pero, ¿cómo pasar casi un año encerrado sin aburrirse? Cuenta nuestro informante que no había forma de ponerse de acuerdo con el único televisor disponible, así que cada quien se entretenía con Netflix, leyendo o escribiendo libros. De hecho, Moldiz escribió uno titulado  Golpe de Estado, la soledad de Evo Morales y aportó con dos artículos académicos para publicaciones del extranjero. Y,  tuvo tiempo de releer a Marx, a Lenin y a Gramsci y hasta de estudiar a los nuevos teóricos norteamericanos de la democracia.

Vásquez, a quien Moldiz califica como “gran intelectual aymara”, escribió dos libros, uno de ellos es una especie de autobiografía y otro sobre lo que Moldiz denomina el golpe de Estado.

Héctor Arce, en cambio, escribió un balance del proceso de cambio y en una reciente entrevista con Gigavisión admitió que “la reelección fue un error, nunca más se debe ir contra la voluntad del pueblo”. Se refiere a la decisión del MAS de habilitar a Evo Morales para que postulara a un cuarto mandato, pese al rechazo popular en el referéndum del 21F.

Pero hubo quienes se dedicaron a actividades menos políticas y más artísticas, como Wilma Alanoca y Javier Zavaleta, quienes le pusieron empeño a la jardinería, a la cerámica y a la pintura. 

Alanoca era la única mujer del grupo y sobre ella Moldiz dice que “fue un ejemplo de resistencia, de luchar contra sí misma y para enfrentar momentos de incertidumbre y hasta del bajón por estar en medio de tantos hombres que a veces hacen chistes machistas y te das cuenta que estás hiriendo sentimientos”.

Si Alanoca y Zavaleta eran aprendices de artistas, el profesional era  el encargado de negocios de México, Edmundo Font, quien además de pintor es poeta muy reconocido en su país. 

Font fue nombrado encargado de negocios luego de que la embajadora Teresa Mercado fuera declarada persona non grata por el gobierno de Jeanine Añez, tras aquel incidente en el que encapuchados del servicio diplomático español llegaron a la sede de la embajada en confuso incidente.

Es de suponer que para un diplomático no es nada cómodo convivir con tantos huéspedes sin poder zafarse de ellos ni en el día ni en la noche, y más aún en cuarentena, época en la que ni él pudo salir de su residencia.

El diplomático, según cuenta Moldiz, se dedicó, durante ese tiempo, a pintar una serie de cuadros del Illimani desde diversos ángulos. Un día a la semana, él almorzaba con sus inquilinos y entonces se desarrollaba una intensa charla de intercambio cultural.


 También había tiempo para “debates muy duros, pero muy fraternos” o para “discusiones fuertes” por lo que había sucedido, dice Moldiz, porque “no hay gobierno derrocado si no es derrocable”.

Entre culpas, responsabilidades, discusiones y amistades, pasaron la Navidad, el año nuevo, carnavales… En aquellas fechas, no faltaba una buena comida y unos tragos, pero la noche que todos celebraron, se abrazaron, y hasta lloraron fue la del 18 de octubre de este año, cuando supieron que el MAS había ganado en primera vuelta y que, por tanto, su encierro había terminado.

“En mayor medida,  a muchos se nos hizo el nudo en la garganta, otros más expresivos derramaron lágrimas porque, primero, se resolvía la situación en el país, y se resolvía la situación de nosotros”, cuenta Moldiz.

Todos salieron ya de la residencia, del lujoso barrio  de La Rinconada, donde vivieron asediados por los constantes operativos que el exministro Arturo Murillo desplegaba en la zona y por una vigilia de ciudadanos que se apostó en la entrada durante meses para evitar que salieran. Durante todo ese tiempo, el gobierno de Añez se negó a otorgarles un salvoconducto para que abandonaran el país porque existían órdenes de captura en contra de ellos. Moldiz dice que contra él no había nada, pero que no salía por temor a que le armaran algo.

Una vez fuera, pese a haber sido las fichas fuertes del gobierno de Evo Morales, se encontraron con la noticia de que los movimientos sociales ya no los quieren cerca del gobierno de Arce.  Moldiz dice que él ya estaba fuera del gobierno desde 2017 y que no tiene planes para volver, por el contrario, pretende instalarse en México o en Cuba, donde su esposa y su hija de nueve años se fueron a vivir tras la salida de Evo del poder.

Así terminó el asilo de los exministros Juan Ramón Quintana, Héctor Arce, Javier Zavaleta, Wilma Alanoca y Hugo Moldiz, del exgobernador de Oruro Víctor Hugo Vásquez y del exdirector de Agetic Nicolás Laguna. “El asilo más largo en Bolivia”, dice Moldiz, a quien, sin embargo, le corregimos que el más largo fue el del opositor Roger Pinto que tuvo que vivir 454 días en la sede diplomática de Brasil porque el gobierno del MAS se negó a darle un salvoconducto. “Tremenda equivocación”, admite Moldiz. Tarde el arrepentimiento porque Pinto está muerto para enterarse. Falleció en el exilio, luego de haber escapado de su encierro en una maletera.


Saturday, November 21, 2020

Ministro Del Castillo instruyó movilizar a la Policía de Warnes por la flagelación a un niño y celebra la captura de la responsable

 Lo hizo en Twitter. El ministro de Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo, informó sobre el caso de una mujer que supuestamente flageló a un menor en la ciudad de Warnes. “Apenas recibimos la denuncia de un niño flagelado en Warnes, instruí movilizar todos los recursos necesarios para dar con el paradero de las culpables. Resaltamos el trabajo de la Policía que, luego de las investigaciones, procedió con la aprehensión de la agresora”, anotó.

El menor de edad fue golpeado gravemente con un palo por la sobrina de la dueña del lugar donde la familia alquila actualmente. Y sucedió mientras la madre trabajaba. Ahora, él tiene un edema en la cabeza y una lesión en la mejilla, según el certificado médico legal-forense. También presenta otros daños en el cuello y en la espalda. 

Se sabe que la Policía aprehendió a la acusada. Las terribles imágenes fueron compartidas en distintas cuentas de las redes sociales.



Lima pide a la Fiscalía revisar el caso de Facundo Molares

 El ministro de Justicia, Iván Lima, pidió hoy a la Fiscalía que revise el caso del ciudadano argentino, Facundo Molares Schoenfel, porque -según dijo- recibió tratos crueles y degradantes durante la crisis política de 2019.

"He leído la acusación de la Fiscalía de 43 páginas y le pido al Fiscal General que revise la acusación, no encuentro ni un solo elemento o prueba para acusar penalmente a este ciudadano", informó Lima en una conferencia de prensa según cita la agencia ABI.

Molares es exmiembro de la Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia (FARC) que es investigado por la muerte de dos cívicos en Montero durante los conflictos poselectorales en 2019.

El exguerrillero fue detenido tras ser identificado mientras estaba en coma en el hospital Japonés de Santa Cruz. El 1 de diciembre, el juzgado tercero de Instrucción Penal de Montero determinó darle detención preventiva en Palmasola. Se lo investiga por los delitos de homicidio y asociación delictuosa.