“Ya no es necesaria la vocería (en la demanda marítima)”, informó a EL DIARIO el canciller Fernando Huanacuni, en relación al rol que está desempeñando el expresidente y vocero oficial de la demanda marítima, Carlos Mesa.
“Esta etapa es netamente de derecho. Es jurídica, ya no es una etapa de voceros, ha acabado la etapa de la vocería, nosotros teníamos que comunicar en diferentes foros a los países, organismos, etc. En este caso, la demanda está radicada en la Corte Internacional de la Haya, entonces la solución es jurídica”, manifestó el canciller Huanacuni.
La demanda marítima, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya, comenzó en 2013, un año después el mandatario designó al expresidente Carlos Mesa, como vocero de dicha demanda, tarea que desempeñó con mucho éxito y con efectos políticos que incomodaron al Gobierno.
Carlos Mesa declaró públicamente que el primer mandatario Evo Morales le hizo llegar una invitación, el 28 de abril de 2014 para que se haga cargo de explicar ante la comunidad internacional y en distintos foros y evento internacionales sobre la demanda marítima que lleva adelante Bolivia.
Y fue en una ocasión en la que destacó Carlos Mesa la actitud del presidente Morales, de ver el tema marítimo como una cuestión de Estado, que en consecuencia nombró a tres personas ajenas al Movimiento al Socialismo (MAS), y él fue uno ellos, publicó en su blog Carlos Mesa.
Las redes sociales fueron el escenario, donde comenzaron ciertas diferencias entre el mandatario boliviano y el vocero, principalmente, porque el expresidente boliviano no ocultó su punto de vista sobre la política interna. Posición que al MAS incomodó.
En esta gestión, se agravó aún más porque Carlos Mesa tomó la postura del voto nulo para las elecciones judiciales, aspecto que fue observado por el ministro de Justicia, Héctor Arce, como una “incompatibilidad” entre su rol de vocero de la demanda marítima y su posición política, además que Mesa se había reunido con el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos, Peter Brennam.
En contraste, salió el presidente del senado, Alberto Gonzales, y destacó la labor del exmandatario y expresando, que el único que puede prescindir de la vocería de Carlos Mesa, era el propio presidente Evo Morales.
Sin embargo, el canciller Fernando Huanacuni, ayer en sus declaraciones dio por concluido el trabajo del vocero de la demanda marítima, Carlos Mesa, dejando claro que la última etapa es estrictamente jurídica y que la sentencia podría definirse hasta mediados de 2019.
PROCESO
El proceso de la demanda marítima llega a su fase final en 2018. El primer semestre del próximo año, el equipo jurídico boliviano presentará la defensa oral de los alegatos ante los jueces de la Corte Internacional de Justica de La Haya.
Se prevé que los resultados se emitan en el segundo semestre del año.
“Estimamos que la convocatoria para la etapa oral será en febrero y serán semanas intensas donde se debe hacer la argumentación jurídica de réplica y duplica luego se cierra la etapa oral y empieza la etapa de la evaluación, tienen como un tiempo prudente de 6 meses a un año, por lo tendríamos la sentencia a finales de 2018 o mediados del primer semestre del año 2019”, afirmó el canciller Fernando Huanacuni.
DEMANDA
Bolivia interpuso una demanda contra Chile en abril de 2013. Posteriormente, un año después, el 5 de abril de 2014, como Estado demandante, presentó su memoria ante la CIJ, frente a lo que Chile interpuso una excepción preliminar, buscando que la Corte se declare incompetente.
Sin embargo, el 24 de septiembre de 2015, la CIJ se declaró competente con 14 votos a favor y dos en contra, por lo que la demanda continuó adelante y fijó el 25 de julio para que Chile presente su contramemoria.
En julio pasado, Chile presentó ante la Corte de La Haya el documento de su contramemoria más sus libros anexos.
En la oportunidad, el Gobierno de La Moneda aseguró que su documento “es contundente, que no tiene ninguna obligación de negociar nada con Bolivia”.
El 21 de marzo pasado, Bolivia presentó su réplica ante este tribunal internacional y seis meses después, el 21 de septiembre, Chile entregó su dúplica.
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