El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, pidió este jueves a la población boliviana que no consuman productos chilenos de contrabando como una forma de protestar por la reclusión en Chile de los nueve bolivianos, dos militares y siete empleados aduaneros, que fueron detenidos el fin de semana en la frontera.
"No deberíamos consumir ningún tipo de producto de contrabando de ningún país, pero como casi todo el contrabando viene de Chile, cualquier producto de contrabando que venga de Chile debería no ser consumido", declaró a los medios el Ferreira, cuando participaba en los actos de celebración por el Día del Mar.
Argumentó que hace esta petición por razones económicas y de salud, pero también "por un tema de principios", ya que el contrabando es ilegal y quienes lo protegen son cómplices del delito.
La justicia chilena decretó el miércoles la prisión preventiva para los bolivianos detenidos el fin de semana al presumir que participaron en los delitos de robo con violencia, porte y tenencia de armas prohibidas y contrabando en territorio chileno.
En Bolivia, las autoridades han rechazado esa versión de lo sucedido el domingo pasado cuando se produjeron las detenciones y han asegurado que los carabineros chilenos pasaron la frontera para hacer arrestos ilegales, que pueden considerarse "secuestros".
Según el Gobierno de Bolivia, la policía chilena interrumpió un operativo contra tres camiones que metieron contrabando a territorio boliviano por un lugar de la frontera, que no tiene paso autorizado.
Sobre los detenidos, Ferreira sostuvo hoy que Bolivia hace lo posible por ayudarlos por tres vías: la judicial, contactos bilaterales diplomáticos y apelando a organismos internacionales.
Las autoridades bolivianas se plantean acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para interponer una denuncia contra Chile por el "pisoteo" de los derechos de los detenidos, adelantó el miércoles el ministro Ferreira.
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